"El objetivo de este modo de vida es da recuperación y la salud duradera de nuestros cuerpos".

Los taínos eran un pueblo perteneciente a los arawak de las Antillas Mayores, cuyos orígenes se situaban en la actual Venezuela. En las islas del Caribe, tras la llegada de los españoles, sufrieron duramente la esclavitud y las enfermedades introducidas por los conquistadores, contra las que no tenían defensas inmunitarias. Así que casi se extinguieron por completo.

Sin embargo, su cultura se conservó en la población rural gracias a la "conexión" con europeos y esclavos, y así se han conservado en regiones remotas partes de la cultura taína como formas especiales de agricultura, arquitectura y también prácticas religiosas.

Cristóbal Colón describió a los taínos como uno de los pueblos más amistosos y de espíritu más libre durante sus descubrimientos.

Los taínos eran principalmente agricultores. Sus principales cultivos eran la yuca, el maíz, la batata, el cacahuete, la piña, las judías, el ají (Capsicum baccatum) y el tabaco. De las raíces de yuca extraían harina, que utilizaban para hornear finas tortas planas en platos redondos de arcilla, llamados casabe.

Este casabe se conoce aún hoy en las zonas rurales. Sin levadura, puede conservarse maravillosamente plano y seco durante mucho tiempo. Antes de la llegada de los europeos, este pan era uno de los principales alimentos de los indios.

Los taínos también nos transmitieron a través de su lengua algunas palabras y descripciones de diversas cosas que se han conservado hasta nuestros días. Entre estas cosas están la hamaca (hamaca en español), el huracán, el tabaco, el maíz, la mandioca (yuca en inglés), la papaya, la canoa, la piña o incluso la barbacoa.

En Puerto Rico, dejaron pinturas en piedra y rocas, así como raspaduras que recuerdan a criaturas animales y especies vegetales. Siguiendo esta antigua costumbre, hemos incorporado algunas representaciones típicas al diseño de nuestros envases.